No hay día que no entremos en Internet y, en consecuencia, que no visitemos una página web, ¿verdad? Y es que en un contexto tan tecnológico y de últimas tendencias como en el que vivimos, con tantas herramientas a nuestro alcance, conviene no perder de vista un aspecto tan esencial (y tantas veces olvidado tanto por el sector hotelero) como es la imagen que un hotel ofrece a través de su web.
Los avances que nos permiten navegar por una web de una manera rápida y fluida no deberían estar reñidos con el estilo y el diseño. Si no, que se lo digan a Apple como el gran referente en ambos aspectos trasladados a sus productos, tiendas, etc. Por ello, a continuación os describimos algunas de las recomendaciones necesarias para que la funcionalidad de la página web de todo hotel mejore tanto su rendimiento y como la atención a sus clientes:
- Una imagen vale más que mil palabras: que la web contenga de entrada fotos grandes de calidad no es una opción, sino un must. El potencial del hotel tiene que quedar reflejado en el primer impacto del cliente al visitar la web y debe de quedar claro cómo es por dentro y por fuera, qué equipamientos y servicios tiene, entre otros.
- Navegación para niños: si una página web de facto debería ser lo más sencilla e intuitiva posible, en el caso de la de un hotel, mucho más. Tan sencilla, incluso entretenida, que aborte cualquier intención, por parte del usuario, de irse de la página por la incomprensión de sus contenidos.
- Diseño responsive: la web debe adaptarse tanto a la pantalla de cualquier ordenador como la del móvil y de dispositivos como, por ejemplo, tablets. De hecho, la tendencia en los últimos años es que los usuarios usan cada vez más los smartphones no sólo para consultar, sino también para comprar. Además, ¡ojo!, Google dejará de mostrar progresivamente aquellos sites no optimizados para móviles en las búsquedas en este tipo de dispositivos.
- Información real: una web no es un cuadro que pueda dejarse acumulando polvo con el tiempo, hay que actualizarla con regularidad para mantenerla viva y a la vez genere beneficios a nivel SEO. Pero recuerda, faltar a la verdad es algo que genera muy mala reputación, online y offline.
- Hay que mimar el blog: no se trata de escribir grandes párrafos novelescos susceptibles de convertirse en tendencia pero, si se plantea tenerlo, es una de las mejores formas de actualizar la información de la web de una forma constante. Contar el día a día del hotel, las novedades, desde un punto de vista personalizado y cercano, es la clave. Lo ideal: publicar, al menos, un post por semana.
- Motor de reservas integrado: las reservas directas deberían ser las más apreciadas entre todas las que recibe un hotel por un dato fundamental: no tienen comisiones y ofrecen la confirmación en el momento, tanto para el huésped como para el PMS.
¿Quieres mejorar la página web de tu hotel? Si te lo estás pensando, ¡contacta con nosotros!